Santiago: Monserrate

Monserrate es uno de los principales atractivos turísticos de Bogotá y es visitado tanto por los locales como por aquellos visitantes que están de paso por nuestra ciudad. La vista que se tiene desde la cima no tiene igual en la ciudad, ya sea en la madrugada o durante el atardecer. Sin embargo, muchos de los turistas toman el funicular o el teleférico perdiéndose la experiencia verdaderamente Bogotana.

Para algunos de los habitantes de la ciudad, Monserrate no es solamente un punto turístico, o un templo religioso, sino que es un lugar para realizar actividad física al aire libre. Su camino peatonal que va desde la circunvalar hasta la cima del cerro tiene casi 2.5 km de largo y una diferencia de altura de cerca de 500 metros. Esto es un gran reto incluso para los que están acostumbrados a subir una o dos veces por semana. De por sí Bogotá ya se encuentra a 2600 msnm y subir 500 m más no solo significa un reto de fuerza de piernas, sino que también significa un esfuerzo cardiovascular. Y la oportunidad de hacer ejercicio, respirar aire limpio y reunirse con los amigos se volvió un incentivo para este plan imperdible para aquellos viajeros activos que visitan nuestra ciudad.

Este plan comienza con las ganas de verse con los amigos en un ambiente deportivo y nos ponemos de acuerdo para visitar el cerro, generalmente temprano en la mañana. El día designado nos encontramos en la parte baja del camino en donde ya hay bastante actividad desde cerca de las 5am. Aquí se concentran varios grupos de personas que se alistan para subir y los vendedores ambulantes que aprovechan que muchos vienen sin desayunar o con ganas de comer o tomar algo adicional antes de empezar el ascenso.

Generalmente, aunque vamos juntos al subir nos separamos para que cada uno vaya a su ritmo, esto al final es un reto personal. El objetivo es llegar a la cima, el tiempo y el número de descansos y paradas que se hagan en el camino no es importante. Una vez vamos llegando a la cima, nos reencontramos, algunos hacen más ejercicio, otros comen o toman algo, otros visitan el templo y todos nos tomamos un momento para disfrutar de la vista de la ciudad y finalmente nos preparamos para bajar. En este punto según la energía que tengamos bajamos nuevamente a pie por el camino o tomamos el pasaje deportista del funicular (Más barato).

Y esto no es un plan de una vez! No nos cansamos de hacerlo. Cada vez hay un obstáculo personal más para superar: el tiempo de subida, si subí y bajé a pie o solo subí y si subí solo una vez o varias veces. Compartan nuestro reto bogotano y suban Monserrate a pie!

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